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TIPS PARA QUERERTE MÁS Y MEJOR
30 de noviembre
María Erades
Vivimos en un mundo que parece estar diseñado para que dudemos de nosotrxs mismxs. Los estándares de belleza, promovidos durante décadas por la industria de la moda, las redes sociales y la publicidad, han convertido la relación con nuestro cuerpo en una lucha constante. Nos bombardean con mensajes que nos dicen que necesitamos ser más delgadxs, más altxs, más tonificadxs o más parecidxs a un ideal inalcanzable. Un ideal que va cambiando a lo largo de los años. Marilyn Monroe era el cuerpo ideal en los años 50. Mientras que ahora si no tienes un XS, tienes que modificar tu cuerpo para encajar en la sociedad.
Pero ¿Y si, en lugar de intentar cambiar, aprendemos a amar y aceptar nuestro cuerpo tal y como es?
Sabemos que es algo difícil por eso aquí te dejamos algunos consejos que pueden ayudarte.
1. Aprende a ver tu cuerpo como tu hogar.
Tu cuerpo es mucho más que una imagen en el espejo. Es el lugar en el que vives, la herramienta con la que experimentas el mundo y un refugio que te permite sentir, moverte y crear. En lugar de enfocarte en cómo se ve, intenta agradecerle por lo que hace por ti todos los días. ¿Te has detenido a pensar que tus piernas te llevan a los lugares que amas? ¿Que tus brazos abrazan a las personas que te importan? ¿Que tu barriga almacena la comida que te da la energía durante todo el día?
Tienes que cambiar la narrativa: tu cuerpo no es un proyecto que necesita ser mejorado, es un templo que merece cuidado y respeto.
2. Deja de compararte.
Este consejo puede que sea el más difícil de aplicar, pero con paciencia y tiempo lo vas a lograr.
Cada persona tiene un cuerpo único, con historias, genética y vivencias diferentes. Compararte con el resto de personas, ya sea en las redes sociales, en la calle o en una tienda, es injusto contigo mismo.
Recuerda: no hay comparación entre el sol y la luna, porque ambos brillan cuando es su momento.
3. Rodéate de contenido positivo.
Las redes sociales pueden ser una fuente de inspiración o una cárcel para tu autoestima, todo depende de cómo las uses. Empieza a seguir a personas y cuentas que promuevan la aceptación corporal, el amor propio y la diversidad. Llena tu feed de mensajes que te hagan sentir bien contigo mismo y elimina cualquier cosa que te haga dudar de tu valor.
Las redes sociales pueden ser un lugar maravilloso y un sitio que te ayude a mejorar tu autoestima.
4. Viste para ti, no para los demás.
Una de las formas más fáciles de empezar a amar tu cuerpo es vestirte con prendas que te hagan sentir cómodx y feliz. No importa la talla o el número en la etiqueta, lo importante es cómo te sientes con lo que llevas puesto. Olvídate de las reglas que dictan lo que “puedes” o “no puedes” usar según tu cuerpo. Viste para expresarte, para disfrutar y para ser tú mismo. En KZN, nuestras prendas están diseñadas para todos los cuerpos, porque creemos que la ropa debe adaptarse a ti, no al revés.
5. Sé amable contigo mismo.
Todxs tenemos días malos, esos en los que nos sentimos insegurxs o no nos gusta lo que vemos en el espejo. En esos momentos, recuerda que eres humanx y que está bien tener altibajos. Habla contigo mismo como lo harías con un amigx: con empatía, amor y paciencia. Practica afirmaciones positivas y céntrate en todo lo que amas de ti.
6. Cuida tu cuerpo desde el amor, no desde el castigo.
Muchas veces nos relacionamos con nuestro cuerpo desde la exigencia, ya sea con dietas restrictivas, rutinas agotadoras o críticas constantes. Pero el cuidado no tiene que ser sinónimo de sacrificio. Encuentra formas de moverte que disfrutes, come alimentos que te nutran y te hagan feliz, y descansa cuando tu cuerpo lo pida. Cuida de ti porque te amas, no porque sientas que necesitas cambiar.
La gordofobia y los estigmas corporales son problemas sociales, no personales. La idea de que nuestros cuerpos necesitan encajar en un molde, es una construcción cultural que no define nuestro valor. Cuanto antes empecemos a cuestionar y rechazar estos ideales, más libres seremos para vivir en paz con nosotrxs mismxs.
Y recuerda que tu talla no te define. Eres tus ideas, tus risas, tus sueños, tus pasiones y todo lo que contribuyes al mundo. Aprende a mirarte con los ojos del amor, porque mereces vivir sin complejos, sin límites y sin cadenas.